El actor californiano Zac Efron, hijo de un ingeniero eléctrico y una secretaria pública, creció en Arroyo Grande cerca de San Luis Obispo, California, Estados Unidos, sin imaginar que un día sería una celebridad aclamada por miles de fanáticos de todo el mundo.
Su llegada a la actuación no fue planeada. Comenzó como un intento de actividad extracurricular, por insistencia de sus padres. Starla, matriarca de la familia Efron, fue para Zac una figura enriquecedora, mientras que su padre David se lleva el crédito por impulsarlo al máximo en todas sus tareas.
“Mi papá es una roca. En todos los sentidos, es un gran hombre. Nos crio, a mi hermano y a mí, con mano firme bajo el lema: ‘Si haces algo, hazlo bien’. Era estricto, la mayoría del tiempo, pero a la fecha no hay nadie más a quien recurra como consejero. Él es posiblemente el mejor tipo que conozco”, reveló en una entrevista para .
David tuvo un enorme impacto en la carrera de su hijo, porque fue él quien lo animó a actuar cuando supo de su talento para las artes escénicas.
“Recuerdo que una vez comencé a cantar frente a él canciones de Michael Jackson, y me decía '¿Cómo sabes todas las palabras?, bueno si no vas a practicar deportes, debes hacer algo con tu tiempo libre”, mencionó de forma chistosa.
Efron se inscribió en clases del Allan Hancock College, sede del Conservatorio de Artes Escénicas del Pacífico, donde interpretó roles teatrales en Gypsy y Peter Pan.
Ganó dos competencias de improvisación con sus amigos, y obtuvo sus primeros papeles profesionales en programas de televisión como ER, CSI: Miami y Joss Whedon's Firefly. Más tarde vino la fama con High School Musical en 2006.
“El director Kenny Ortega estaba allí con un piano, y juntaron a todos en una sala. Pasamos por diferentes fases de lo que tendríamos que hacer. Primero bailando, luego cantando. Algunos de nosotros fuimos golpeados en el hombro (para irnos), y por suerte no lo hice. En las lecturas de escenas me emparejé con Vanessa Hudgens, el resto es historia”, confesó el actor.
La combinación Efron-Hudgens fue oro puro… todo un fenómeno internacional, lo que le dio paso a varias secuelas exitosas, como la tercera de ellas que se estrenó en teatro en 2008 y que recaudó 252 millones de dólares.