Winnie Harlow fue detectada con vitíligo a los cinco años de edad. Desde ese momento, pasó años de burla y chistes en su contra, a propósito de las manchas descoloridas que tenía en su piel.
La infancia y adolescencia de esta canadiense no fueron nada fácil, pues no tardó que sus compañeros de clases comenzaran a hacerle bullying por no ser igual que el resto.
De hecho, la familia de Harlow tuvo que tomar la decisión de que comenzara a ver clases desde casa, acción que hoy en día considera que fue una de las más acertadas, pues pudo aprender a quererse a sí misma.
“Salirme de la escuela secundaria posiblemente fue lo mejor que me pudo haber pasado, porque descubrí un sentido de identidad rejuvenecido. Aprendí a amar quien soy a pesar de lo que cualquiera pudiera decir. Esto me dio el valor para realmente hacerle frente a cualquier persona o a cualquier obstáculo en mi vida”, expresó la modelo durante una entrevista al medio CNN.
Decidida a acabar con los estereotipos y prejuicios en el mundo de la moda, la canadiense considera que todavía hay un largo camino por recorrer en este sentido.
“Creo que la industria se está abriendo, pero aún necesita aceptar varias formas de belleza como estándar, en contraposición a una incidencia ocasional. Quiero ver rostros distintos en las portadas de las revistas, en los papeles protagónicos de las películas, en las vallas publicitarias...”, señaló la actriz, quien aseguró que nunca es tarde para aceptar a los demás y acabar con la discriminación.
Luego de ser comparada con animales como vaca y cebra, Harlow se ha convertido en una de las modelos más destacadas de la industria por su personalidad, su sencillez y por sus ganas de mostrarle al mundo los distintos tipos de bellezas que hay en la sociedad.
La modelo ve como un gran aliado a las redes sociales en la búsqueda de concientizar a las personas y acabar con los estereotipos. Además, considera que cuando son utilizadas de manera positiva terminan siendo una herramienta ideal para compartir lo que tienes para ofrecer.