Sin duda alguna existe un antes y después de Queen en la historia de la música. Se consagró como una de las bandas más inolvidables de todos los tiempos y su música llegó a cada rincón del mundo, desde sus comienzos hasta la actualidad, y con seguridad lo seguirá haciendo por incontables décadas.
A principios de 1973, la nueva banda grabó su álbum debut "Queen” en los Trident Studios de Londres, una instalación de vanguardia que recientemente había sido utilizada por David Bowie y The Beatles.
Aunque fue un honor seguir esos pasos tan prestigiosos, el bajo estatus de Queen significaba que solo se les permitía grabar durante las horas de menor actividad: por lo general entre las 3 y las 7 de la mañana, horario al cual se le llama “Dark Time”.
La historia continúa cuando una noche, mientras Freddie Mercury esperaba que el estudio estuviese libre, el ingeniero de sonido de Trident, Robin Geoffrey Cable, se acercó a él.
Cable había intentado recrear el famoso estilo de "Wall of Sound" del productor de discos Phil Spector, y consideraba que la voz del cantante de Queen sería un agregado perfecto para el proyecto.
Mercury, junto con Brian May y Roger Taylor, grabó covers de las canciones como "I Can Hear Music" de Ronettes (luego cantada también por los Beach Boys) y "Goin 'Back" de Carole King y Gerry Goffin, que realmente era interpretada por la cantante Dusty Springfield.
Los resultados se consideraron positivos y Cable sugirió preparar las pistas para su lanzamiento. Mercury estuvo de acuerdo, pero con el debut del disco “Queen” casi terminado, insistió en usar un seudónimo para evitar confundir al público.
Se decidió por el extravagante nombre de Larry Lurex, nombre que salía del juego de palabras entre el nombre artístico del artista de glam rock Gary Glitter, quien gobernó las listas británicas de ese momento, con la marca de lana metálica llamada Lurex, que solía utilizar la élite glam rock.