La historia de amor entre la periodista Letizia Ortiz Rocasolano y el entonces príncipe de España, Felipe VI, fue similar a un cuento de hadas o a una romántica película hollywoodense.
La rubia, que hasta hace unos años era una simple -pero muy inteligente- plebeya, entendió que su destino era convertirse en la esposa del futuro rey, que fue por largo tiempo uno de los solteros más codiciados de su país.
Antes de su inesperada conexión con la corona española, Ortiz logró reconocimiento público por sus increíbles trabajos periodísticos, como sus reseñas sobre la guerra en Irak, la cobertura de las elecciones presidenciales del 2000 en Estados Unidos, o el desafortunado ataque terrorista en suelo norteamericano un año después.
La ambición de Letizia comenzó siendo muy joven. Trató de seguir los pasos de su padre, para convertirse en una buena comunicadora. La ex directora de su escuela primaria recordó cómo se comportaba en el recinto, donde exhibía dotes que más tarde le ayudaron con su oficio en prensa.
“Siempre la vi como una chica muy inteligente, trabajadora y con un sentido muy agudo. Era dedicada en lo que le apasionaba hacer, y creo que sigue ese camino”, relató para Newsweek.
Estudió en la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo una maestría del Instituto de Estudios en Periodismo Audiovisual. Ya con título en mano trabajó en los periódicos españoles La Nueva España y ABC. Llegó a ser presentadora de noticias diarias en CNN+ y Televisión Española.
Un punto cumbre de su carrera fue el Premio Larra de la Asociación de Prensa de Madrid, por su labor en el 2000 antes de cumplir los 30 años. Sin embargo, nada preparó al mundo cuando en el 2003 se supo de su compromiso oficial con Felipe VI, tras haber mantenido su relación en secreto.
La feliz pareja se conoció por medio de un colega que los presentó en una cena, a petición del mismo Príncipe español. La boda se efectuó el 22 de mayo de 2004 y fue una de las más comentadas de la historia.
El 31 de octubre de 2005 nació Leonor, princesa de Asturias, la primera en la línea sucesoria de la Corona. Después, llegó Sofía, infanta de España el 29 de abril de 2007, a quien le colocaron el nombre de su abuela paterna, Sofía de Grecia.
Ya bastante alejada de su anterior vida, Letizia continúa con el sueño de mejorar el mundo, desde otro ángulo y sin detener sus obligaciones reales, manteniendo el carácter fuerte e independiente que la caracteriza, y por el que Felipe VI se sintió tan cautivado.