El pasado año 2017, luego de cuatro años del fatídico accidente que le quitó la vida al reconocido actor Paul Walker, se dieron a conocer nuevos detalles sobre su muerte, demostrando que a pesar del tiempo que ha pasado aún se continúa hablando sobre su repentino fallecimiento.
Hay que recordar que el actor, conocido por su papel en la saga Rápidos y furiosos, murió en un accidente automovilístico en el año 2013. Sin embargo, en el 2017 el abogado Craig McClellan reveló que Paul murió calcinado luego de choque del Porsche Carrera GT Rojo en el que iba.
El actor al parecer quedó atascado entre el tanque de gasolina y el motor del auto, por lo que se descartó la versión de que la causa de muerte fue el impacto.
Según el abogado, Walker respiraba aún antes de que el auto se incendiara, y estaba atrapado con las costillas, la clavícula y el brazo roto. Lamentablemente el actor estaba vivo, pero el auto finalmente se incendió.
Cabe destacar que esto salió a la luz motivado a los hallazgos de hollín en la tráquea del actor, que fueron encontrados durante la autopsia que se le hizo al cuerpo. Con esta evidencia se pudo constatar que el actor murió envuelto en llamas.
Sin duda su accidente conmocionó y continúa sorprendiendo al mundo, por su juventud y lo reconocido que era por la famosa saga de Rápidos y furiosos, que incluso se vio en peligro de continuar luego de su muerte.
Actores tan importantes como Vin Diesel estuvieron a punto de dejar las grabaciones de la película, pero al final todo el elenco decidió rendirle homenaje al actor en esa cinta que se estaba rodando al momento de su muerte repentina.
Es probable que se den a conocer más detalles con el tiempo, gracias a los múltiples avances científicos.