El legado musical y artístico de Juan Gabriel quedará para la historia. Su estilo particular y su carisma, entre otras virtudes, le hicieron merecedor del cariño y el amor de un público que lo siguió por cuatro décadas a lo largo de todo el mundo.
Su nombre real era Alberto Aguilera Valadez, pero se hizo conocer artísticamente como Juan Gabriel, aunque inicialmente quería ser Adán Luna. El 28 de agosto de 2018 se conmemoraron dos años de la desaparición física del artista mexicano, quien con su canto logró acompañar y disipar las penas amorosas de muchos.
El último concierto de El divo de Juárez fue el viernes 26 de agosto del año 2016, en la ciudad de Los Ángeles en California, Estados Unidos.
El espectáculo se destacó por su emotividad. Juan Gabriel ofreció lo mejor de su repertorio ante un público que lo aclamaba y vitoreaba cada vez que salía a escena.
El autor de Amor eterno, No tengo dinero y La muerte del Palomo, esta última la primera canción de su historia musical, llegó a la ciudad norteamericana en el marco de su gira México es todo.
Esa noche unos 17. 500 asistentes llenaron el Forum de Inglewood en California. Juan Gabriel, quien para entonces tenía 66 años, lucía un traje oscuro, cuyo blazer luego dejó a un lado para mostrar su camisa azul brillante.
Durante todo el concierto, que duró dos horas 35 minutos, Juan Gabriel estuvo sonriente y emocionado.
Alrededor de 60 músicos de mariachi y orquesta, bailarines y coristas lo acompañaron en el escenario que tenía forma de guitarra. El divo de Juárez cantó, bailó, zapateó, movió las caderas e interactuó con el público, que sin duda vivió una experiencia memorable.
Muchas pantallas se visualizaban en el lugar, a través de las cuales también se apreciaba al artista, quien al concluir su concierto colocó un mensaje: "Felicidades a todas las personas que están orgullosas de ser lo que son".
El domingo 28 de agosto, dos días después de aquel emotivo concierto, Juan Gabriel se disponía a viajar de California a Texas para continuar con su gira.
El cantante se preparaba en la vivienda que había alquilado en Santa Mónica (California) para ir al aeropuerto, cuando de pronto le solicitó a uno de sus asistentes que le acercara la bomba de oxígeno porque tenía dificultad para respirar. Luego el cantante fue al baño y allí se desvaneció, sufrió un ataque cardiaco.