El ecologista Gareth Legg, de 43 años, estaba disfrutando de unas vacaciones en un complejo turístico cercano al Parque Nacional Kruger (Sudáfrica) cuando tuvo un divertido encuentro con un particular animal.
Se trataba de un gálago de cola ancha, un primate nocturno que únicamente se encuentra en el país sudafricano. Legg, se acercó lo suficiente como para alimentar a la criatura con un poco de fruta.
Tras oír que había una familia de estas criaturas en el parque, Gareth no pudo resistirse a ir a buscarlas y verlas de cerca, y al localizarlas consiguió atraer a una de las crías haciendo un chasquido.
Con temor, la cría de arbusto salió de la oscuridad y se acercó a la fruta de Gareth, arrebatándoselo de la mano antes de escapar rápidamente.
"No animo a alimentar a los animales salvajes, ya que puede crear muchos problemas y ser peligroso, sin embargo, esta familia había sido alimentada durante años", explicó Gareth.