El consumo de drogas marcó un trágico camino en la vida de Carrie Fisher, quien fumó marihuana por primera vez cuando tenía apenas 13 años de edad.
Esto fue contado por ella misma en sus libros, pues cabe destacar que la actriz de la saga Star Wars, en donde interpretó a la princesa Leia Organa, también era aplaudida por sus destrezas como escritora y guionista para cine y televisión.
Carrie era nativa de Burbank, California en Estados Unidos, donde el nació 21 de octubre de 1956. Su madre era la estrella, cantante y actriz de Hollywood Debbie Reynolds, y su padre el músico Eddie Fisher.
Esta diva de Hollywood siempre estuvo ligada al mundo de las cámaras. Cuenta en sus textos que durante el rodaje de Star Wars se percató de su adicción a la cocaína.
Era tanto lo que consumía que en oportunidades perdía el control de sí misma y de las cosas que hacía. Su dependencia a esta sustancia la llevó a estar por largas temporadas en centros de rehabilitación, pero en una oportunidad la tuvieron que trasladar a un hospital, tras padecer una sobredosis por inhalación de cocaína.
También tuvo problemas de alcoholismo y consumo de LSD desde sus 20 años. A esta edad le diagnosticaron trastorno bipolar, patología que también padeció su padre, por lo que comenzó a consumir antidepresivos de los cuales también se hizo adicta.
Además, Fisher plasmó sus experiencias con el abandono der los psicotrópicos y sus fracasos amorosos.
Sin embargo, parece que Fisher no había dejado el mundo de los estupefacientes. Cuando murió, en un vuelo con destino a Los Ángeles en Estados Unidos, camino a una gira para promocionar su libro The Princess Diarist, los especialistas concluyeron que minutos antes la mujer había consumido droga, ya que el estudio toxicológico así lo señaló.
Fisher tenía 60 años para el momento de su muerte y padecía además de diversas patologías cardiovasculares.