El biólogo marino y submarinista Lawrence Scheele se encontraba en una inmersión en Australia cuando un pulpo se acercó a él para examinar su cámara de cerca quedándose atascado en su cúpula.
El cefalópodo se sintió atraído por el objeto del submarinista y se posó en su cámara para investigarla durante un buen rato.
Lawrence fue testigo de cómo el pulpo regresó al fondo marino después de despegarse de la cúpula de su cámara, desplazándose entre un montón de algas, cambiando de color y textura para adaptarse a su nuevo entorno.
En palabras del biólogo marino, Lawrence cree que podría tratarse de un comportamiento común de los pulpos porque otro pulpo también se pegó a su cámara cuando se encontraba de inmersión en Hawai.
Lawrence dijo a Caters: "Me pareció bastante divertido, ya que este pulpo en particular se mostró muy confiado y decidido a investigar mi cámara".
Fuente DPA.