La primera novela de Stephen King, Carrie, fue un best-seller de bolsillo, pero su boom inesperado en ventas convirtió al escritor en un hombre rico y famoso.
Claro que el estadounidense no contó siempre con un nombre familiar en el mercado, su camino al estrellato fue lento pero constante. Con The Dead Zone, su cuarta novela y quinto libro, logró su primer best-seller de tapa dura.
En la industria editorial no se obtienen contratos de tapa dura a menos que se piense en que el libro se venderá bien. Con ello a su favor, arrancó la locura de King en los ochenta. Aparecía en portadas de magazines como The Twilight Zone y Time.
Hubo de pronto un frenesí a su alrededor y se transformó en el escritor favorito para las adaptaciones cinematográficas y televisivas de la época, caso de The Shining, Christine, The Stand, IT, y Salem's Lot.
Esa fuerte exposición en los medios de Estados Unidos, generó el interés por saber más de su vida, sus sueños, proyectos y metas futuras. King ya estaba casi en todos lados, hasta consiguió que fuera de sus fronteras las personas llegaran a amar sus terroríficas obras (dicho en el buen sentido).
Sus fans creen que es el mejor escritor de su generación. La mayoría de sus propuestas fueron adaptadas al cine y TV, manteniendo la esencia original, y es posible que ningún otro escritor haya podido hacer eso. He ahí la magia de King.
“Es difícil complacer a todos, y tampoco intento hacerlo. Escribo lo que me gusta, y no lo considero un trabajo. Si también pensás que eres bueno para escribir, acercate a ello con nerviosismo, excitación o esperanza. Acéptalo de cualquier forma, pero si no tomás tu escritura en serio, sugiero que cierres el libro y hagas algo más”, fue una de las sugerencias de este grande para quienes añoran seguir sus pasos.