Durante una visita al programa The Late Late Show, la cantante australiana Sia confesó a James Corden que decidió dejar de enseñar la cara, después de más de una década de carrera musical para huir de la fama en esta época del 2.0.
Fue una decisión que tomó de manera personal y como rebeldía al auge de la tecnología, en el que el cuerpo se exalta más que la belleza y el talento. Resaltó además que se trató de una medida para encontrar un punto diferenciador entre tanta competencia
“Pensé, ¿qué no existe en la música pop en este momento? Y la respuesta fue ‘misterio’”, dijo la cantante, celosa de su privacidad, en el famoso Carpool Karaoke en el que participó con su célebre peluca bicolor.
Por este gesto simbólico de rechazo a la fama, la encargada de poner rostro, cuerpo y alma a sus videoclips y actuaciones en directo ha sido la bailarina Maddie Ziegler, quien ejerce de alter ego de Sia. En ese sentido, la cantante ha sido criticada por poner a una adolescente ante los mismos focos de los que ella pretende huir.
“Si la fama es tan perjudicial, ¿por qué pasarsela a una niña?”, se preguntaba Bonnie Malkin en una columna publicada en el diario británico The Guardian, a lo que la cantante respondió por medio de Twitter.
“Yo misma me lo pregunto muchas veces. Cada semana converso con Maddie y le pregunto si quiere seguir haciendo esto, y le aseguro que si alguna vez quiere dejarlo, entonces lo dejaremos”, explicó la cantante.
“Maddie ya era famosa cuando la conocí, y ciertamente contribuí a su exposición y me siento responsable por esto. Soy muy protectora con ella y mi objetivo es apoyarla en cualquier decisión que tome”, señaló Sia, quien ha aprendido de Maddie que “la fama nos afecta a ambas de una forma diferente”.