No siempre las segundas partes son buenas. A veces superar un primer intento no deja los resultados esperados y así sucedió con las secuelas que se hicieron después del estreno de El Exorcista en 1973, la cual se convirtió en un clásico del cine de terror y la crítica la calificó de excelente.
En el año 1977 se proyectó en las salas de cine El Exorcista II: el hereje, igualmente bajo la producción de Warner. En esta oportunidad el director fue John Boorman en sustitución de William Friedkin, mientras que correspondió a Richard Burtoni nterpretar al padre Lamont, quien indaga los problemas psicológicos que mantienen traumada a la adolescente Regan tras el exorcismo que le practicaron en la primera película.
William Peter Blatty, quien fue el guionista de la primera versión, tampoco estuvo en el proyecto, cuyo reparto sumaba a James Earl Jones, a Max von Sydow y a Paul Henreid, e incluso a Linda Blair, quien finalmente aceptó el papel.
Con muy pocas escenas que provocaban miedo y un confuso guión, esta segunda parte no tuvo el éxito esperado. Además Blair lució algo desorientada y su actuación no se comparó en lo absoluto con la primera que fue magistral.
Trece años después, en 1990, llegó El Exorcista III, bajo la dirección del escritor William Peter Blatty. Si bien la película original se basó en la novela homónima escrita por el mismo Peter, esta tercera versión se centró en su novela Legión.
Además, contó la historia del padre Dyer y el teniente Kinderman, y el reencuentro con quien creían muerto: el padre Karras. Kinderman averigua una serie de brutales asesinatos que parecen estar cometidos por El Gemini.
Esta nueva adaptación tuvo muchas modificaciones en relación a la original y se dice que el trabajo de Blatty fue totalmente modificado por los productores y finalmente no resultó una película exitosa.
Tres meses después se proyectó Reposeida con Linda Blair, quien interpretó a una madre de familia que nuevamente es azotada por el demonio. Fue dirigida por Bob Logan y no gustó; mientras que la actuación de Blair recibió muchas críticas negativas.
En 2004 llegó El exorcista: El comienzo, bajo la dirección de Renny Harlin. La historia se centró en África Oriental, donde el padre Merrin descubrió lo que quedaba de una iglesia bizantina en Kenia.
Allí el sacerdote tuvo su primer encuentro con el demonio Pazuzu en el año 1949. Tampoco superó a la primera. El público la tildó de aburrida.