Cuando Carlos Vives comenzó a imaginar lo que sería su futuro, se vio con una bata blanca porque quería ser médico como su padre. En busca de ese sueño, apenas terminó la secundaria comenzó a estudiar medicina.
Poco tiempo después sintió que esa carrera no era para él y descubrió que en Bogotá había una escuela nacional de arte dramático. Finalmente decidió cambiar las jeringas y el estetoscopio por el escenario.
Vives inició sus clases teatro, estudió comunicación social y publicidad, cantó en bares y actuó en pequeñas obras, hasta que llegó su momento de estar en televisión.
Allí permaneció por más de 15 años protagonizando novelas y después la música fue lo suyo. “Encontré en ella una razón para exportar y asumir una identidad”, confesó.
Aunque dice venir de una generación que consideraba que para ser alguien grande había que irse de Colombia, Vives prefirió consolidar primero su nombre en su país natal inspirando sus canciones en el amor, su tierra, sus amigos, sus hijos, la historia y la geografía.
En casa siempre escuchaba a Carlos Gardel, a propósito de que su madre es de Medellín, la capital del tango en Colombia, y tocaba el piano que le regaló su abuela, por lo que siempre estaba en contacto con la música.
Además los argentinos Charly García, Soda Stereo, Miguel Mateos, los Enanitos Verdes y Luis Alberto Spinetta también estaban entre sus preferidos y a todos tuvo el placer de conocer.
El colombiano asegura estar satisfecho con sus logros a nivel musical y sobre todo porque sus triunfos le han permitido cumplir una función social y respaldar a artistas más jóvenes, lo que considera importante en la vida de un cantante exitoso.
Es por ello que junto a la Fundación Cultural Latin Grammy entrega becas para colaborar en el impulso del talento emergente.
Una de las ganadoras de este beneficio fue Nicolle Horbath, una colombiana de 21 años, quien con $200,000 durante cuatro años estudiará la licenciatura de Composición en la Universidad musical de Berklee en Boston, Massachusetts.
“La fama debe ayudar a servir”, considera el cantante colombiano, quien sueña con un polideportivo en el barrio Pescadito, que incluya una escuela de fútbol, gimnasio, piscina y cafetería.