Sarah Ferguson, mejor conocida como “Fergie”, no es la ex cantante de los Black Eyed Peas. Se trata de quien desde 1986 a 1996 fue la Duquesa de York, gracias a estar casada con Andrés, el tercer hijo de la Reina Isabel II.
Es la madre de Eugenia y Beatrice y tras divorciarse del Príncipe perdió todos los derechos obtenidos, mientras era parte de la familia real.
Era muy amiga de la difunta Lady Diana de Gales, ya que fue ella quien la presentó con el Príncipe Andrés en el año 1985. Tuvo mucha atención mediática, mientras estuvo emparentada con la realeza, y también una vez que ya no lo estaba.
Nació en Londres el 15 de octubre de 1959. Su familia era noble, ya que sus antecesores poseían relaciones con la familia real Estuardo.
Contrajo matrimonio con Andrés en la Abadía de Westminster y sus títulos reales fueron varios: Duquesa de York, Condesa de Inverness y Baronesa de Killyleagh. Fue atrapada por la prensa en varias oportunidades, aparentemente siéndole infiel a su esposo.
Al parecer, nunca se adaptó completamente a su vida como parte de la Familia Real y la llamaban “la oveja negra de la realeza”, por su carencia de modales y protocolo.
Posterior a su divorcio hubo varios escándalos relacionados con ella, como la venta de una cita de su ex esposo con la prensa por un monto de 1.3 millones de dólares, a lo que declaró estar completamente borracha cuando hacía el trato. Asimismo, la reina no la tolera por todos los escándalos y las múltiples infidelidades a su hijo Andrés, y la subida de peso que la hizo llegar a pesar 100 kilos, que le ganó el título de la “Duquesa de Pork”.
Actualmente Fergie se dedica a escribir literatura y libros de autoayuda, para seguir siendo parte del mundo mediático. A pesar de todo, mantiene una buena relación con algunos miembros de la familia real y es invitada a muchos de sus eventos.