La carrera artística de Nicole Kidman parece no tener descenso, pues la rubia ha logrado destacarse en cada faceta. Uno de los retos más elevados que se le ha presentado es la protagonización junto a Reese Witherspoon de Big Little Lies, transmitida por el canal HBO.
Se trata de una jocosa y sugerente propuesta que ha hecho dudar sobre qué pensará su esposo Keith Urban acerca de las escenas “subidas de tono” que se dejaran ver en la pantalla chica.
Al respecto, Kidman no duda en restar importancia y asegurar que el trabajo debe hacerse siempre con respeto y esmero.
"Él sabe lo que hay en la serie. Además también es artista y sabe que el trabajo hay que hacerlo venga como venga, es normal. Obviamente el personaje tiene esas particularidades y es importante que se vean reflejadas para dar profundidad a la trama. Es necesario verlo todo para entenderlo", explicó.
La artista aseguró que en el plano personal sabe que su esposo no se siente cómodo con escenas donde la lujuria toma el mando. Sin embargo, dentro del hogar, en compañía de sus dos hijas Sunday y Faith, la pareja intenta llevar una vida normal.
Urban y Kidman han sabido llevar su relación por más de 10 años y han demostrado frente a las cámaras que las distancias impuestas por las obligaciones laborales no les impiden disfrutar ni gozar de un matrimonio feliz.
Uno de los eventos más recordados fue la premiación de los Grammy en el que Urban debió estar sin su acompañante pues ella se encontraba en los premios BAFTA en Gran Bretaña. Al respecto, la estrella de Hollywood bromeo: “Lo llamé por el FaceTime”.