Bruce Jenner, como se llamaba anteriormente, nació en Nueva York y fue un deportista de élite que incluso llegó a ganar dos medallas de oro olímpicas.
Según Caitlyn Jenner, su nueva identidad, las preseas olímpicas lo ayudaron a encontrar refugio ante sus inseguridades, superando la dislexia que padecía, los abusos escolares que sufrió, entre otros problemas en su vida.
Una de las medallas de oro la ganó en la prueba de decatlón a los 26 años en 1976, durante los juegos olímpicos de Montreal. Sin embargo, se retiró del deporte y a partir de allí se volvió una estrella de tv, convirtiéndose además en toda una celebridad.
No obstante y según las revelaciones en su libro autobiógrafico, Caitlyn alcanzó la verdadera felicidad cuando liberó su espíritu a los 65 años y mostró que realmente se sentía como una mujer.
Es así como la transformación de Bruce a Caitlyn, que fue pausada y medida, lo convirtió en el personaje transexual más influyente de todo el mundo.
Cuando salió en la portada de Vanity Fair con un traje de baño blanco, Caitlyn revolucionó literalmente al mundo convirtiéndose en trending topic mundial y quedando expuesto ante el ojo público.
Se convirtió entonces en una luchadora por los derechos de la comunidad LGBTQ+, e incluso fue condecorada por su valentía.
Posteriormente, Caitlyn estrenó su propio reality show en E! y sacó un libro con sus memorias en donde dejó muchos secretos a la luz. Allí confirmó su operación de cambio de sexo, reveló los momentos más duros a los que se enfrentó, su inconformidad por esconder su pene, que odiaba su cuerpo musculoso, que robaba el maquillaje de sus hijas, y culpa a su ex mujer Kris Jenner por haberle negado su propia identidad.
Sin duda el proceso de transformación de Caitlyn fue y continúa siendo muy fuerte, también motivado a su edad, y el estilo de vida que llevó siempre. Sin embargo, es una de las personas más valientes por el hecho de haber decidido dar este paso tan importante.