Quienes apreciamos el buen fútbol sabemos que en la actualidad hay dos gigantes que suponen ser los mejores futbolistas de la historia: Messi y Cristiano. Sin embargo, para las viejas generaciones, quienes tuvieron el placer de ver a estrellas como “El Rey” Pelé coinciden en que sin duda es uno de los más grandes ejemplares del fútbol mundial.
Pelé y su historia futbolística deslumbran a propios y extraños, es por eso que te traemos esta historia de quien se convirtiera de la nada, en un ejemplo de perseverancia y lucha.
Pelé nació en 1940 en un pueblo de Minas Gerais en Brasil y su infancia transcurrió en Baurú, en un momento de suma pobreza para ese país sudamericano que apenas era conocido en el mundo. Fue el propio Pelé junto a otros compañeros quienes empezaron, a través del fútbol, a dar forma a la identidad de Brasil en todo el planeta.
Uno de las más importantes anécdotas que relata el propio Pelé se traslada al año 1950 cuando apenas tenía 10 años de edad, en ese momento se llevó a cabo la Copa Mundial de Fútbol. Brasil y Uruguay se enfrentaban por la final, y el once charrúa de la mano de Alcides Ghiggia enmudeció a todo un país en el llamado Maracanazo.
En ese momento el pequeño Edson Arantes Do Nascimento, mundialmente conocido como Pelé, prometió a su padre que ganaría un mundial para él y así fue. Apenas ocho años más tarde cumplió su palabra en el Rasunda Stadio de Estocolmo, allí se enfrentaría a Suecia en la final en donde los brasileños salieron airosos con 5 goles por dos, y así Brasil se adjudicaría su primer título como campeón del mundo con dos dianas de Pelé. ¡Promesa cumplida!
Pelé, quien jugaba desde muy chico al fútbol, comenzó su carrera profesional a los 13 años de edad en el Club Atlético Baurú, y Waldemar de Brito fue quien se encargó de guiarlo y además de convencer a su madre de fichar por el Santos.
Otras disciplinas que practicó Pelé
Contra todo pronóstico, Pelé también practicó otros deportes que incluso le ayudaron dentro del campo de juego. El legendario futbolista aprendió Judo y Karate lo que lo hizo versátil, elástico, y estable ante los crecientes golpes de los futbolistas contrarios.
Incluso en varios encuentros como profesional, a Pelé le tocó asumir la portería, para ser exactos lo hizo cuatro veces. Una de las más recordadas fue cuando en semifinales contra Gremio en 1963 expulsaron a su compañero Gilmar y se colocó los guantes, en ese momento tapó dos pelotas que pudieron terminar en gol y lograron la victoria cuatro goles a tres.