Pese a su dramática salida de la casa real en el año 1996, luego de divorciarse del príncipe Andrew, la duquesa de York Sarah Ferguson sigue viviendo con sus lujos y un alto estilo de vida que muchos quisieran imitar.
The Richest notificó este año que la ex del hijo de la Reina Elizabeth II tenía una ganancia neta de un millón de dólares, gracias a la publicación de sus exitosos libros y por sus constantes apariciones en televisión.
Por supuesto que ese monto no se compara con el de sus dos hijas, las princesas Beatrice y Eugenie, pues al parecer cada una vale alrededor de cinco millones de dólares.
Lógicamente, el patrimonio de sus “pequeñas” viene en parte a los fondos fiduciarios de su abuela. Recordemos entonces cómo es que Fergie llegó a ser la figura importante (y adinerada) de hoy.
Carrera corta
Después de terminar sus estudios en Queen's Secretarial College, Sarah de 18 años ingresó a la fuerza laboral. Primero, trabajó en una galería de arte y con el tiempo se mudó a una firma de relaciones públicas en Londres. Cuando conoció a Andrew, dirigía la sucursal de una empresa editorial en Reino Unido.
Atada a la familia real
Como pareja tuvieron un compromiso corto. Después se vino la boda multimillonaria que acaparó los titulares de prensa. En casa, Fergie compartía con Andrew la riqueza heredada por él, con valor de unos 75 millones de dólares.
Igual que Beatrice y Eugenie, el Príncipe recibe de su madre un fondo fiduciario de unos 408.000 mil dólares al año. Al divorciarse, la Duquesa siguió ganando unos 19,800 mil dólares al año, como parte del acuerdo final.
Otros montos estipulados fueron: 600 mil dólares para una nueva casa donde vivirían ella y sus hijas; 1.8 millones de dólares para arrancar con el fideicomiso de sus herederas; 462 mil dólares en efectivo; y el pago total de sus escuelas y universidad a cargo de su padre.
Ganancias propias
La Duquesa obtiene grandes beneficios luego de aparecer en programas de TV y radio donde se le convoca, además de ser la imagen de marcas como Weight Watchers y Avon, por mencionar varias.
Si bien Sarah ha estado allí para ciertas causas nobles, se le ha visto más involucrada en su fructífera carrera en los medios.
Maneja algunas organizaciones sin fines de lucro, y otras fundaciones encargadas de elevar la calidad de vida en países tercermundistas. Toda una inspiración para la generación real de relevo.