Ninguna celebridad fue tan emblemática para la moda del nuevo milenio como la socialité estadounidense Paris Hilton.
La catalogaron de “famosa por ser famosa”, aunque es imposible restarle crédito por popularizar accesorios y prendas que la mayoría de los jóvenes -y los no tanto- deseaban llevar con orgullo.
La influencia de Hilton fue real, antes y ahora. Hoy hablaremos de varias propuestas fashion que sacó a la luz, y que muchas chicas imitaban rápidamente, incluso algunas estrellas de Hollywood de aquel entonces. Veamos.
Trajes que combinaban: eran atuendos muy cómodos, coloridos y claro deportivos, que lucían mejor -según Paris- con joyería muy costosa, para no verse como algo que usarían en el gimnasio.
Lentes de aviador: un clásico. Hilton los usaba con gorros de camioneros marca Ed Hardy o Von Dutch por ejemplo, típico de la época. Esa tendencia permaneció por años.
Logos y más logos: la blonda gustaba de usar accesorios donde se reflejara el logo o marca de sus productos (mientras más grande, mejor) caso de Juicy que fue sinónimo de lo que representaba.
Color rosa: aún es el favorito de Paris, y se le adjudica el surgimiento de ese rosa milenario que muchas chicas -y algunos hombres- aman usar.
Jeans bajos: a principios del 2000 era regular ver pantalones de pierna ancha y tiro bajo. Britney Spears, una gran amiga de Paris, los usaba con gusto para exhibir su tonificado abdomen. Expertos en la moda creen que ese tipo de jeans regresará a escena en unos dos años.
Camisetas con gráficos: en tiempos cuando poco se sabía de la heredera del imperio Hilton, se le veía portando camisetas con diseños gráficos un poco polémicos. Eran un modo de hacer una declaración ante un tema común.
Fragancias: ahora es una de las figuras públicas con más fragancias propias en el mercado global. Y si bien el negocio no es algo nuevo, permitió que otras estrellas de Hollywood decidieran tratar de conquistar el imperio del perfume a su manera.
Celulares con brillos: es válido agradecer a la blonda por inculcar en el público la idea de que era necesario engalanar los dispositivos móviles, inyectándoles en el proceso un poco de la personalidad de cada dueño.