Existen una gran cantidad de instrucciones protocolares exigibles dentro de la Realeza Británica, asociadas por ejemplo a la vestimenta, alimentos prohibidos en sus dietas, manifestaciones en público, entre otros códigos de comportamiento que los diferencian de los simples mortales y seguramente pensarás que sos un conocedor en temas “monárquicos”, pero ¿sabías que también existen otros datos curiosos vinculados a los miembros de esta Familia Real?
Es de conocimiento para todos que el nacimiento de un bebé para la madre y el padre no solamente representa una experiencia llena de emociones y expectativas al porvenir, sino también uno de los momentos más hermosos que el ser humano puede vivir.
No obstante, por más desapegado que suene y difícil de creer, el Duque de Edimburgo estaba jugando squash y no pudo estar presente en el parto de la Reina Isabel II cuando estaba naciendo su hijo, el Príncipe Carlos. Por suerte, en el caso de su hijo William este patrón no se continuó, dado que a pesar de su constante ocupación como piloto, el príncipe pudo estar presente en el nacimiento de sus hijos.
Por su parte, como hito histórico de la medicina, a pesar de que a mediados de la década de 1840 en Estados Unidos ya se comenzaban a presentar operaciones sin dolor, fue el 7 de abril de 1853 cuando la Reina Victoria a los 33 años de edad usó por primera vez anestesia (cloroformo) en el Reino Unido para aguantar y aliviar el dolor durante su octavo parto.
Este acto médico fue utilizado posteriormente para el noveno, luego de que durante décadas los religiosos y médicos defendieran el dolor en el parto. Esta había sufrido notablemente en los nacimientos anteriores y contar con edad avanzada para parir, no cooperaba a tener altas esperanzas en éste.
Por su parte, aunque ya sabrás de los interminables nombres de la Realeza, en general los miembros de ésta no usan sus apellidos y el Windsor es un invento.
En el caso de los Príncipes William y Harris, estos usaron el título nobiliario Gales (Wales) como apellido para la escuela y carreras militares, y básicamente no los utilizaban porque no lo necesitaban, pero en 1917 con George V esta tradición cambió un poco, porque al pertenecer a una dinastía con raíces alemanas (Sajonia-Coburgo-Gotha) y con una Guerra Mundial en desarrollo, esto provocaba vínculos indeseables y por lo tanto escogió el apellido Windsor, haciéndolo el apellido oficial de la Realeza Británica y nombre de su dinastía.