A pesar de su gran popularidad y fama, Nicki Minaj no siempre fue la fabulosa y sexy mujer que se conoce hoy en día.
Nacida en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago el 8 de diciembre de 1982, Onika Tanya Maraj (su nombre de pila) viene de una familia de artistas de un género muy diferente al que actualmente se dedica y que es su mayor especialidad.
Sus padres, Carol Maraj y Robert Maraj, eran cantantes de góspel y se dedicaban al mundo de las finanzas como ejecutivos y contadores. Ambos emigraron a los Estados Unidos para asentarse en la ciudad de Nueva York, mientras que Onika y su hermano quedaron al cuidado de su abuela en su país natal.
Una vez lograron establecerse, ambos hermanos se mudaron a esta ciudad en el sector Jamaica de Queens.
La infancia de la cantante no fue para nada fácil, ya que su padre era adicto a las drogas y al alcohol, dándole un carácter sumamente violento y agresivo. Por lo que Onika comenzó a abstraerse inventando en su mente personajes como “Cookie” y “Nicki Minaj”.
La aclamada Nicki comenzó a mostrar sus dotes musicales en la secundaria donde tocaba el clarinete, y confesó en entrevistas que tuvo que abortar a los 16 años por haber quedado embarazada de su novio para el momento.
En sus inicios, Nicki Minaj, nombre que tomó de uno de sus alter egos, era excesivamente particular en su estilo, pero actualmente tiene un look más sobrio, aunque sigue siendo muy llamativa a la hora de presentarse y también en sus videos musicales.
Una vez saltó a la fama, Lil Wayne la apadrinó y asesoró en su ascenso, de manera que sus estilos son bastante parecidos. Entre sus canciones más importantes está “Anaconda”, “Super Bass” y “Starships”, como también las colaboraciones que ha realizado con gran cantidad de artistas como Ariana Grande, Justin Bieber, entre otros.