¿Existe alguien que no ame a Hugh Grant? Posiblemente no. Entonces, para celebrar lo que fue su extensa lista de películas, donde abordó la comedia y el romance con estilo, les presentaremos momentos claves que hicieron derretir los corazones por uno de los actores más talentosos de todos los tiempos.
Desde Four Weddings and a Funeral, pasando por Nothing Hill y Bridget Jones, esto marcó un punto en su carrera sin retorno. Veamos.
Derritiendo corazones
La unión de Grant con la novia de América, Julia Roberts, no decepcionó. Como William Thacker brilló en el film Nothing Hill, por ejemplo durante la cena del cumpleaños de su hermana, y cuando se coló en la conferencia de Anna, fingiendo ser el representante de la revista Horse and Hound. Clásico.
Todo un orador
Para algunos la película Four Weddings and a Funeral es un poco pasada de moda, en especial por los atuendos que usaban. Sin embargo, el discurso que ofreció ante su mejor amigo y cuando se escondió en el armario de los recién casados, fueron emocionantes.
Dramas de época
Emma Thompson ganó un Oscar por su interpretación en Sense & Sensibility de Jane Austen, pero fue Hugh quien robó los corazones como Edward Ferrars. Lucía confundido, un poco loco, controlado por su extraña familia, y aun así el público lo amó.
Sabe cómo fruncir el ceño
Trabajó codo a codo con la genial Sandra Bullock en Two Weeks Notice, que logró ser chispeante, conmovedora y romántica. Fue odioso verlo arrastrar al personaje de Sandra a una boda para ayudarlo a elegir un traje, pero pronto se redimió y quedó perdonado.
Sabe cómo hacer reír
Hugh y Julianne Moore hicieron una excelente colaboración en Nueve Meses, acompañados de Joan Cusack y Robin Williams. Uno de los momentos más hilarantes fue cuando entró en pánico durante el parto del personaje de Moore. Vale la pena repetirlo.
El malo que nos encanta odiar
La última versión de chico malo de Grant tuvo que ser en el Diario de Bridget Jones. Fue cínico y divertido. En la piel de Daniel Cleaver mostró un lado diferente y sumamente atractivo de sí. Nadie más lo habría interpretado mejor.
Mantiene el encanto
En The Rewrite no se le vio el mismo empuje de cuando los noventa y principios del 2000, pero igual se disfruta sus ingeniosas bromas con Marisa Tomei. Puede que tenga más de 50 años, lo cual no significa que haya perdido el toque en la pantalla.