Antes de saber sobre su vínculo con la casa real británica, ya se había escuchado del amor de Pippa Middleton por los deportes extremos. Siempre se le catalogó como una chica fitness, pero era difícil determinar cuántos desafíos físicos había completado en los últimos años.
A ella le fascina correr, montar en bicicleta, esquiar, nadar y escalar. Le resulta bastante “sencillo”, y eso es admirable. Siempre que puede ayuda a quienes tienen problemas con su peso, compartiendo consejos de dieta y acondicionamiento físico, que le han ayudado a avanzar en sus desafíos físicos personales.
De acuerdo a la prensa de su país, cuando no está entrenando para una competencia, Pippa hace ciertos ejercicios claves que la ayudan a mantener su figura, tales como subir y bajar escaleras, sentadillas, empujes de pared y tablones.
No obstante, si se va a preparar para competir, en natación de cuatro millas por ejemplo, Pippa nada largos en una piscina de 40 pies y en aguas abiertas.
Al hablar de dietas, Middleton se centra en consumir proteínas en lugar de carbohidratos, con miras a una próxima competencia.
Para la carrera de natación Bosphorus Cross 2014, reveló: “Mucha gente confía en la carga de carbohidratos en el período previo a un evento, pero en realidad no funciona para mí. Me gusta aumentar mi ingesta de proteínas, le hace bien a mi sistema”.
El tamaño de sus porciones depende de su entrenamiento. Luego de completar una carrera de esquí de 33 millas en el 2016, le dijo al magazine Hello: “Aumenté el tamaño de mis porciones en función de mi nivel de entrenamiento. Mi dieta incluye mucho arroz integral, lentejas, quinua y batata; y para el desayuno gachas de avena y pan de centeno".
A lo anterior añadió que una semana antes de un evento deportivo “elimina el alcohol, el azúcar refinado y los alimentos procesados de su dieta”.