Cuando la cantante británica y ex integrante de la agrupación Spice Girls, Mel B, se casó en la ciudad de Las Vegas (EEUU) con el productor de cine Stephen Belafonte, no sabía lo que el destino le debparaba.
La pareja, que se dio el "sí quiero" en la capilla Special Memory, se casó en absoluta intimidad, pues querían comprometerse el uno con el otro en privado.
Lejos de las camaras, los rumores y las fuertes críticas, la pareja planeó y disfrutó de una ceremonia como sacada de un cuento de hadas en el que el romance inundó cada espacio.
Melanie Brown comenzó a salir con Belafonte después de romper con el actor Eddie Murphy en diciembre de 2006. Luego de pasar una temporada sola y reiniciando su vida con nuevos aspectos, tanto profesionales como personales, la cantante decidió probar suerte de nuevo en el amor.
La nueva pareja de esposos enviaron un comunicado a los medios en los que aseguraban que no solo se conocían desde hace tiempo, sino que estaban apostando a sus sentimientos de dar un paso más allá de la amistad.
"Melanie y Stephen sintieron que se encontraban en un buen momento de sus vidas y que querían comprometerse el uno con el otro en privado", decía el comunicado.
Sin embargo, 10 años después, la pareja puso punto y final a su matrimonio. La magia y el encanto que se desbordó el día de la boda se esfumó. Alegaron que por diferencias irreconciliables, el divorcio era una realidad.
Luego de un mes de dar a conocer la noticia de la separación, la cantante develó los detalles del "infierno" que vivió junto a su esposo, alegando que los verdaderos motivos de su ruptura fueron el maltrato físico y psicológico al que la artista estuvo sometida durante el tiempo que estuvo casada.
El hecho sacó a relucir fuertes rumores sobre violencia doméstica durante más de 10 años, además de abusos sexuales que incluían a terceros.
El portal de noticias TMZ reseñó que Mel B pidió una orden de alejamiento de su expareja, y en su declaración alegó que el padre de su hija le golpeaba y le obligaba a hacer tríos con otras mujeres, algo que la británica detestaba y en varias oportunidades pidió no hacerlo más, pero fue golpeada y abusada.
Además, en la denuncia interpuesta contra el productor se alega que se ponia furioso cada vez que la cantante alcanzaba un éxito en su carrera profesional y le hacía saber "quien era el que mandaba".
Por su parte, a través de un comunicado de sus abogados, Stephen descartó tales hechos y declaró que las acusaciones de violencia doméstica de Mel B eran indignantes e infundadas. Entre tanto, el hombre consideró una lástima que la cantante británica no procediera de una manera respetuosa y amistosa en este asunto privado.