Mary-Kate y Ashley Olsen se dieron a conocer por sus actuaciones en la televisión, en especial en la serie de comedia Full House, donde ambas tenían nueve meses de edad. Sin embargo, estas mujeres estaban decididas a tomar otro rumbo.
En el año 2012 las hermanas anunciaron que harían una pausa en la actuación para incursionar en el mundo de la moda, camino que poco a poco fueron creando hasta construir un imperio.
Las hermanas comenzaron con ropa muy contemporánea, la cual en un inicio fue vendida por todas las cadenas Walmart a lo largo de los Estados Unidos.
Fue con la búsqueda del diseño de “la camiseta blanca perfecta” que las hermanas se dieron cuenta que los detalles hacen la diferencia, del potencial que tenían y los millones que podían adquirir con sus creaciones. Comenzaron a vender esta blusa en $300.
Poco tiempo después, la marca The Row creció y las gemelas empezaron a codearse con los diseñadores más exitosos de Estados Unidos, así como también personalidades como la ex primera dama Michelle Obama comenzaron a vestir sus prendas.
Su segunda firma de ropa fue Elizabeth and James, la cual en enero del año en curso dio un giro a la expansión, ya que las hermanas decidieron promocionarla fuera de América.
La extensión de la marca la celebraron con una edición de prendas vintage, cada una seleccionada por las gemelas Olsen, las cuales están a la venta en la cadena del Reino Unido, Selfridges, en la sede de Londres, Inglaterra. En dicha tienda también se presentó la colección de Primavera-Verano 2018.
“Nuestras piezas vintage han sido un éxito para la marca porque complementan a la perfección a la línea principal y viceversa. Esa combinación es lo que hace este proyecto tan interesante y único”, expresaron las gemelas a la revista Vogue USA.
Las gemelas indicaron que la línea de ropa cuenta con kimonos florales, camperas, camisetas retro y jeans, una combinación perfecta de piezas de verano. Además, Ashley se encargó de dar un consejo: “Si te gusta, cómpralo, porque puede que nunca lo encuentres de nuevo. Es la belleza de lo vintage”.