Susan Mizruchi, autora del libro Brando’s Smile, se empapó de la curiosa vida de la estrella hollywoodense Marlon Brando, antes de siquiera completar una página de su publicación, que le permitió proyectar un aspecto más humano del actor que inmortalizó a Vito Corleone en El Padrino, entre otros tantos personajes.
Mizruchi leyó largas biografías, se acercó a varios amigos personales de Marlon, viajó a otros países buscando información que la ayudara a contar un lado diferente de esa polémica figura del cine y la televisión. Así que, tras su investigación, ofreció ciertos hechos que aprendió de la vida de Brando. ¿Te interesá conocerlos? Mirá esto.
Quiso salvar al mundo a su manera: “Estaba preocupado por el hambre y la superpoblación en el planeta. Él se interesó en las propiedades de los alimentos ricos en proteínas, ya que podían aliviar el hambre mundial. Se metió de lleno en la acuicultura de la tilapia. Tenía científicos que iban a su isla, para hablar sobre los avances de la ciencia y de los diferentes experimentos que podían llevar a cabo para cumplir el objetivo”, dijo Mizruchi.
Sobre tecnología: “Su agente me dijo que cuando las computadoras personales estuvieron disponibles por primera vez en 1972, fue uno de los afortunados en tener una. También llevaba consigo un equipo de grabación increíble. Tenía un iPod. Él estaba trabajando con tecnología de vanguardia en aquel momento”.
Extravagancia: “Su isla era un santuario de vida silvestre protegido. Hay una foto de él donde hablaba con la experta en chimpancés Jane Goodall. Por poco lleva monos a su isla, hasta pensaba en trasladar un gorila a ese espacio. Tenía gran imaginación y un montón de ideas para ese ambiente”.
Maquillaje: “Creaba su propio maquillaje, eso por su interés en el teatro Yiddish. Allí los actores principales desempeñan roles de sus personajes. Ven el vestuario y maquillaje como la construcción de un papel desde cero. Así descubren cómo camina, sus rasgos y características. Brando tomó un curso de maquillaje en Stella Adler”.
Gran amistad: “Brando conoció al actor Wally Cox en la escuela primaria. Era un niño pequeño y frágil acosado por bravucones, y Marlon se convirtió en su protector. Era un sujeto brillante, y Brando dijo que le había enseñado a hablar correctamente. Cox hizo el famoso personaje de Mister Peepers, una especie de científico desconcertado. Tenía una intensidad tremenda. No se parecía en nada a las frágiles criaturas con las que jugaba”.
Años locos en Paris: “Fue a París después de obtener algo de dinero de A Streetcar Named Desire en Broadway. Aprendió francés con fluidez, y pasó mucho tiempo en clubes de jazz, así como en la cama de cientos de mujeres”.
Clases de actuación: “Realizó varias clases de actuación en su lujosa casa. Actores como Leonardo DiCaprio, Sean Penn y Whoopi Goldberg asistieron. Le pidió al ex presidente norteamericano Bill Clinton que fuese y aprendiera algo del oficio. A éste le interesó, hasta que escuchó decir a Brando que había que ‘Mentir para vivir’”.
Inmerso en la lectura: “Los últimos libros que llegó a leer Brando fueron Ricardo II, Los Papeles del Pentágono, Una Breve Historia del Tiempo, 1001 Proverbios Idish, El Hombre y sus Símbolos, Caos: Hacer una Nueva Ciencia, La Gran Música de Duke Ellington y El libro Internacional de Madera. Eso lo dice todo acerca de Marlon. Su curiosidad fue interminable”, finalizó la autora.