Fue a finales de los años noventa cuando la prensa y el público observaron a los cantantes Luis Miguel y Mariah Carey juntos como una “típica” pareja de novios, lo cual hizo que muchos enloquecieran casi de inmediato.
Nadie daba crédito a lo que sucedía. El querido Sol de México había encontrado a su igual, con quien disfrutaba de estar en varios parajes románticos. Hubo ciertos medios que catalogaron el evento como una simple treta publicitaria, aunque la relación durara poco más de tres años.
Se conocieron en Aspen, Colorado en 1997. Durante esa época el rubio estaba en un romance con la conductora Daisy Fuentes. Meses más tarde, ya se veía al intérprete de temas como Suave, Entrégate, y Usted, del brazo de la diva estadounidense.
Carey se había separado de Tommy Mottola, actual esposo de la mexicana Thalía, y la situación fue tan abrumadora para ella, que debió internarse en un centro de salud para superar su “crisis emocional y física”.
Podría decirse que la llegada de Luis Miguel a su vida, fue una bocanada de aire puro. En una entrevista televisiva la cantante expresó: “Luis Miguel es tan seguro de sí mismo, de lo que hace, al grado que la gente le dice que haga un disco en inglés, pero no quiere porque no lo necesita. Luis Miguel no es un seguidor, él no sigue tendencias. Lo que adoro de él es que entiende todas las locuras de mi vida, por ser alguien del medio”.
Al acordar seguir caminos distintos, optaron por no emitir declaraciones del tema. Lo que sí se rumoró era que Mariah desarrolló un odio inexplicable por Luismi, que obligó a desechar todo recuerdo de la comentada relación.