Para la mayoría de las mujeres, ir al salón de belleza a arreglarse las uñas de manos y pies es una práctica muy frecuente. Lo que muchas ignoran es que no existe control ni regulaciones en la industria de las uñas y procedimientos de manicura, empleando químicos cada vez más agresivos, que pueden ocasionar infecciones, reacciones alérgicas y hasta cáncer de piel, sobre todo a aquellas personas más vulnerables.
Es bueno conocer los diversos riesgos para la salud que puede haber en los centros de uñas, sobre todo el procedimiento de las prótesis acrílicas.
En este sentido, para prevenir males mayores el dermatólogo Nick Lowe, presidente del Grupo de Cosmetología Británico, advierte que cada sesión de éste procedimiento implica un nuevo limado, lo que causa su debilitación progresiva y daño permanente.
“Raspar vigorosamente la uña y luego aplicar relleno puede provocar daños permanentes en donde la uña se levanta del lecho ungueal. También hay riesgo de infección si los instrumentos de manicura no están debidamente esterilizados. Las infecciones por hongos, bacterias y virus, como el herpes pueden ser transmitidos”.
Para las personas que requieran frecuentemente este tipo de servicio, Lowe recomienda llevar sus propios instrumentos al salón para reducir el riesgo a infecciones.
El experto también advierte que algunos esmaltes de uñas y endurecedores contienen ingredientes como el formaldehído, un compuesto químico de olor irritante, que procede de la deshidrogenación del alcohol metílico y se usa en la fabricación de plásticos; ingrediente que puede desencadenar una reacción alérgica.
“La uña es una extensión de la piel. Crece a partir de las células, es porosa, si ésta o el lecho ungueal se daña, puede tomar un largo tiempo para regenerarse, momento en el que se expone a bacterias”, dice el Dr. Lowe.
Asimismo las uñas de gel, que su procedimiento está basado en la aplicación de un fluido que se endurece bajo una luz ultravioleta y luego se retira con acetona, semanas más tarde, podría representar un riesgo grave para la salud de la mujer.
Finalmente los dermatólogos advierten que el uso de esta luz artificial podría elevar el riesgo de cáncer de piel; luego de que un estudio realizado en el año 2009 encontrara que dos mujeres de mediana edad, sin antecedentes familiares de cáncer de piel, habían desarrollado tumores en sus manos debido a la exposición a las luces UV a la que eran sometidas durante la manicura.