En la historia del cine, hay unos pocos artistas que logran con su trabajo cambiar la forma en cómo disfrutamos las películas, su mensaje y legado.
En el caso de Marlon Brando, un hombre de Omaha, Nebraska, pisó fuerte en la ciudad de Nueva York en 1943, con el sueño de estudiar actuación y convertirse un gran intérprete.
Recibió clases de Stella Adler y pocos años después se transformó en un ícono. Fue conocido por vivir sus personajes en el escenario. Antes de entrar de lleno en un rol, trataba de sentir una experiencia emocional real, similar a la que hubiese tenido los héroes y antihéroes que ejecutó.
Brando era un actor extraordinario, uno que reinventó por completo la forma de arte de adentro hacia afuera, y así lo consiguió en sus mejores tiempos.
Por ello, completamos una lista de las películas que debe ver de ese salvaje y desafiante hombre, que tuvo en sus manos el poder de “sacudir las moléculas”, según dijo el propio Quincy Jones.
Un tranvía llamado Deseo (Elia Kazan, 1951): encendió al mundo y sirvió como una introducción a la fuerza de la naturaleza que fue Marlon, y un nuevo enfoque para la actuación en pantalla. Con él en escena, la obra se convirtió en algo completamente diferente, más rico, más complejo y más doloroso de experimentar.
Julio César (Joseph L. Mankiewicz, 1953): la actuación de Brando como Marco Antonio, teniente y primo del asesinado líder romano César, fue tan perfecta y llena de indignación genuina, que uno pensaría que nació en el original Globe Theatre.
On The Waterfront (Elia Kazan, 1954): ganadora de ocho premios de la Academia, incluyendo Mejor Actor para Brando y Mejor Director para Elia Kazan. Fue una historia de corrupción de la mafia en los muelles de embarque. Se le calificó como una de las películas más poderosas de Hollywood.
Last Tango In Paris (Dir. Bernardo Bertolucci, 1972): según la crítica Pauline Kael, este film alteró el rostro del cine. Para ella, fue una película por la que la gente discutirá mientras siga viva. “Es el film más poderosamente erótico que se haya hecho, y puede llegar a ser el más liberador de toda su historia”, opinó.
Apocalipsis ahora (Francis Ford Coppola, 1979): Marlon actuó como el coronel Kurtz, un hombre con un historial militar impecable, que había dejado las filas para formar su propio ejército selvático cerca de la frontera con Camboya.
Se suponía que Brando se presentaría al set en buena forma física y con conocimiento de la novela de Joseph Conrad, de la cual se basó el largometraje. En cambio, apareció más pesado que nunca y no había leído ni una página del famoso libro.
The Score (Frank Oz, 2001): fue un regalo para los amantes del cine y los fanáticos de Brando en todas partes, cuando coprotagonizó con Robert DeNiro. Y aunque no es una gran película, no trata de serlo.
En cambio, su director Frank Oz nos dio un retroceso útil a las películas de atraco que uno podría haber visto en los días cuando Marlon comenzaba su carrera como actor. Al lograrlo, Oz tuvo un éxito total.
El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972): los ejecutivos de la Paramount Pictures juraron que, si Coppola mencionaba el nombre de Brando para el papel de Don Vito Corleone, lo despedirían del proyecto, pues querían a Ernest Borgnine o Danny Thomas.
Luego Coppola les mostró la prueba del "actor" que estaba interesado en el papel. Lo buscaron, y cuando les dijeron que era Marlon Brando, no podían creerlo. El resto es historia.