Los gentiles gigantes salvajes se dirigieron a la piscina, derribando incluso una go pro en su impaciente ansia de agua.
Frank, de 26 años, guía de campo en la reserva natural privada de Timbavati, captó este impresionante y raro momento montando su equipo y consiguiendo por fin las imágenes que siempre había deseado. Dado que la tarea de rastrear a estos animales es casi imposible, es poco probable que Frank vuelva a ver a estos magníficos animales, pero siempre guardará con cariño este increíble momento.