Tesla, compañía del poderoso inventor sudafricano Elon Musk, consiguió enviar al espacio su super cohete Falcon Heavy con dirección a Marte, el cual iba cargado de un moderno coche de su firma.
La misión se llevó a cabo desde la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy de Florida, Estados Unidos, sitio donde partió el mismo Apolo 11 con destino lunar en 1969, logrando captar la atención de gran parte del público en todo el mundo.
El proyecto desarrollado por Tesla y Space X le dio vida al cohete más potente que se opera en la actualidad, con capacidad de carga inédita desde el Saturno V de la NASA, según reseñó la página USNews.
“Es a la fecha el cohete más grande y tecnológicamente capacitado que existe, sin que haya requerido la inversión del Gobierno norteamericano”, dijo la prensa.
Posee incluso una altura de 70 metros, tres propulsores centrales y 27 motores que triplicaron su propulsión al momento de despegar. En lo que respecta a su capacidad de carga, contó con 64.000 kilos, el doble de su competidor inmediato, el Delta IV Heavy Booster de la United Launch Alliance.
En este lanzamiento de prueba, Musk ideó enviar al espacio un Roadster: Vehículo eléctrico de su empresa. Este fue pintado de rojo en homenaje al planeta marciano, y fue dirigido hacia una órbita elíptica conocida como Hohmann Transfer, que está a 400 millones de kilómetros de nuestro planeta.
Dentro del vehículo ubicaron un maniquí de pruebas en el lado del piloto, y si todo sale como está planeado, llegará a su meta en unos seis meses, para “acomodarse” en Marte por varios años.
Esta podría ser una oportunidad para que Space X consiga contratos con el Ejército estadounidense y la NASA, en cuanto a transporte de materiales a la Estación Espacial Internacional, por ejemplo.
“Se trata de una misión de prueba. Muchas cosas pueden salir mal. Va a ser emocionante o sólo un fracaso emocionante con una enorme explosión. Hay muchos planes que estudiar con el equipo”, confesó Musk ante los medios este lunes, horas antes del lanzamiento.
