La mayor del clan Kardashian, Kourtney, tuvo por poco más de una década una relación difícil y escandalosa con el padre de sus tres hijos, Scott Disick, quien al principio del romance no contaba con la aprobación de las hermanas, Kim y Khloé, y mucho menos de la matriarca Kris Jenner.
Sus tantas idas y venidas, aunado a los problemas con el alcohol del auto catalogado “lord”, más la personalidad controladora y obsesiva de Kourt, hicieron que ese largo y comentado noviazgo llegara a su fin, sin signos de reconciliación en puerta.
Una vez que ambos entendieron que no había nada que salvar, decidieron tomar caminos separados y probar salir con otras personas. Al rubio se le vio del brazo de hermosas modelos y figuras del entretenimiento norteamericano, como su actual novia, Sophia Richie, hija del cantante Lionel Richie.
En tanto Kourtney, sorpresivamente se dio una oportunidad pero con chicos sexys mucho más jóvenes que ella, ganándose así el título de “cougar”. “Ella está viviendo un gran momento ahora. Adora a sus hijos, siempre serán lo más importante para ella, pero también entiende que es bueno cuidar de sí, salir, divertirse y enamorarse de nuevo”, dijo una fuente cercana al canal E! Entertainment.
Alguna vez se pensó que Scott se disgustaría, al ver a su ex pasándola en grande con otros sujetos. Pero, el público observó en el show Keeping Up With The Kardashians que ha madurado en ese sentido, al punto de participar en fiestas donde la actual pareja de Kourtney, Younes Bendjima, ha estado cerca de él sin que nada ocurra.
“Seguirán separados y cada cual hará con su vida lo que crea conveniente, pero siempre estarán ahí para sus hijos. Eso no cambiará. Scott es para los Kardashian parte de su familia. Siempre será de ese modo”, concluyó la fuente.