Keanu Reeves es un actor de películas de acción y otros géneros, quien se catapultó a la fama por los papeles que ha representado a lo largo de su carrera. Pero otra característica que hace que llame tanto la atención es la desafortunada vida que ha tenido que enfrentar desde muy joven.
A pesar de que no ostenta grandes lujos, tampoco utiliza en su totalidad su fortuna, y más bien se le ve caminando solo por las calles de Nueva York como un ciudadano común y corriente, su vida es un interesante ir y venir de emociones.
Es bien sabido que de pequeño Keanu se crió en una familia liderada por un padre abusador y violento que lo dejaba en ridículo en público y se burlaba constantemente de él.
Su madre, su hermana y él dejaron su natal Beirut para trasladarse hasta Nueva York, donde su vida empeoró incluso un poco más, ya que esta vez no era su padre quien lo maltrataba sino las constantes parejas de su madre, quien trabajaba como stripper en un bar. De este momento de su vida, resultó que su hermana y él fueron abusados también físicamente.
Su hermana Kim sufrió de leucemia, aunque pudo recuperarse de la enfermedad. Mientras iba haciéndose cada vez más famoso por sus acertadas interpretaciones en películas como Matrix, Speed y el Abogado del Diablo, se relacionó con Jennifer Syme, de quien esperaba su primera hija pero lamentablemente la niña falleció en el vientre de su madre a los 8 meses de gestación.
Su novia Jennifer, quien había actuado en algunas películas, falleció en un accidente de tránsito en el año 2001, luego de tan sólo tres años de relación con el actor.
Estos eventos de su vida lo dejaron destrozado y deprimido, por lo que el mundo admira su fortaleza y que muchos años después siga siendo un gran actor y persona.