Hace dos meses lanzaron el largometraje de Gus Van Sant llamado Don't Worry, He Won't Get Far on Foot, protagonizado por el siempre excéntrico Joaquin Phoenix, a quien acompañaron las estrellas Jonah Hill y Rooney Mara, entre otros.
La trama hablaba de John Callahan, un dibujante tetrapléjico altamente transgresor que murió en el 2010. El título del proyecto, que no terminó de convencer a muchos fans de Phoenix, se refería a la leyenda de una caricatura de Callahan, que mostraba a varios hombres a caballo mirando una silla de ruedas vacía.
En español se entendió como: “Tranquilo, no llegará lejos a pie”. Para el autor, representaba su condición como persona minusválida. De acuerdo a la crítica, el filme nunca se sintió como biográfico o incluso convencional.
Si bien tuvo sus momentos cargados de sentimentalismo, también exhibió la parte más escabrosa de Callahan. Su director adaptó las memorias del singular dibujante, ayudándose con ciertas animaciones suyas.
Van Sant contó la historia de su personaje principal, yendo hacia adelante y hacia atrás en el tiempo. Parecía confuso, pero la forma en cómo se dio ayudó a un diálogo más fluido.
La interpretación de Phoenix fue asombrosa, pero para la prensa estadounidense la revelación fue el joven Hill. Actuó como Donnie, un patrocinador rico y gay de Alcohólicos Anónimos que casi no se le reconoce en pantalla.
El aspecto de Jonah cambió muchísimo. Se colocaron un cabello más largo, rubio, de estilo playero y acorde a la época. “Su actuación fue tan dominante en su forma recesiva, que no sientes nada tonto viniendo de él. Donnie era la figura que ofrecía estabilidad y calma a Callahan”, reseñó Entertainment Weekly.
Hubo maravillosas escenas improvisadas entre Phoenix y Hill, que poco hicieron para que el público se interesara en la cinta. Su puntuación final en varios rankings de prestigio Estados Unidos fue de dos estrellas y media sobre cinco.
Si aún querés disfrutar de esta producción, te daremos un abreboca con su tráiler oficial.