Audrey Hepburn fue una artista y además un ícono fashion que surgió en varias de las películas más queridas y chic del siglo pasado.
Conocida por su sofisticación, cautivó a miles con sus representaciones impecables, así como por su gran corazón, sabiduría, humildad y ayuda a terceros sin pedir nada a cambio.
La estrella hollywoodense, nombrada una de las 100 mejores actrices de todos tiempos por la revista Empire, nunca olvidó su procedencia belga, ni lo que sufrió siendo tan joven cuando vivió de cerca los horrores de la Segunda Guerra Mundial en su país.
Más allá de sus 31 créditos cinematográficos, consideró como su papel más importante el ser embajadora de buena voluntad de Unicef.
Audrey fue una gran inspiración, dentro y fuera de Norteamérica, y por eso hoy recordaremos sus frases más icónicas que quizás te ayudarán sacar lo mejor de vos.
- “Ambiciono tener una carrera sin convertirme en una mujer de carrera”.
- “Probablemente tengo la distinción de ser una estrella de cine que, según todas las leyes de la lógica, nunca debí haber logrado. En cada etapa de mi carrera, carecía de la experiencia”.
- “Una mujer puede ser muy hermosa y también intelectual”.
- “Para mí, las únicas cosas de interés son aquellas vinculadas al corazón”.
- “¿Por qué cambiar? Todos tienen su propio estilo. Cuando lo hayas encontrado, aferrate a él”.
- “He aprendido cómo vivir, cómo estar en el mundo, y no sólo para quedarme a un lado y mirar”.
- “Me doy cuenta de que la mayoría de nosotros vivimos en la piel, en la superficie, sin apreciar lo maravilloso que es simplemente estar vivos”.
- “Cualquiera que no crea en los milagros no es realista”.
- “Las personas, incluso más que las cosas, tienen que ser restauradas, renovadas, revividas, reclamadas y redimidas; nunca se debe abandonar a nadie”.
- “La belleza de una mujer no está en la ropa que usa, en la figura que lleva o en la manera en que se peina. Se ve en sus ojos, porque esa es la puerta de entrada a su corazón; el lugar donde reside el amor. La verdadera belleza en una mujer se refleja en su alma. Es el cuidado y la pasión que muestra, y la belleza de una mujer sólo crece con el paso de los años”.