Antes de cumplir los 10 años, Tom Hanks ya había tenido dos madrastras y había vivido en 10 casas distintas en cinco ciudades diferentes. Durante esa infancia "de vagabundo" se sintió solo muchas veces, pero aprendió que tenía que adaptarse a cualquier circunstancia social que enfrentara en su vida.
El recuerdo de cómo a los 7 años tenía que compartir un dormitorio con su hermano y su padre hizo que el tema There's a Place de Los Beatles tuviera un impacto fuerte en él. Sus padres se divorciaron luego de 11 años juntos, siendo pioneros de la ley de disolución de matrimonio en el estado de California.
El actor se fue a vivir con su padre, junto con dos de sus hermanos. El más pequeño se quedó con su madre. Pronto su padre se casó con otra mujer, otra mesera de una cafetería -como su madre- y ese matrimonio solo duró dos años.
Hanks, siendo un niño, quedó atrapado en la complejidad de estas situaciones. "Nunca fuimos víctimas de ningún abuso físico. Pero estábamos confundidos porque nadie nunca nos explicó nada de lo que estaba pasando".
Y así, en un período de cinco años, Hanks se mudó a 10 casas diferentes debido al empleo, como cocinero, de su padre Amos. Una ventaja de esa vida de "niño vagabundo” fue la “libertad de disponer de mi existencia como quisiera. Cuando tienes 8 años y vives en una casa llena de gente aprendes a gobernarte a ti mismo. Empecé a ver ejemplos de la condición humana que tuvieron un gran impacto en mí".
Cuando tenía 20 años alguien le dijo que si quería ser actor tenía que entender una cosa: que todas las grandes obras de teatro trataban sobre la soledad. "Eso fue un relámpago y pensé: eso es lo que me ha traído hasta aquí”.