Así como ocurrió con las películas Cuatro Bodas y un Funeral, y Love Actually; Nothing Hill fue una de las más brillantes comedias británicas antes vistas. Estuvo protagonizada por Hugh Grant y la estadounidense Julia Roberts, en el papel de la célebre Anna Scott.
Grant se metió en la piel de Will Thacker, un inglés dueño de un local de libros de viaje que se enamora de esa superestrella, a quien todos admiran pero que pocos conocen. Así pues, ¿Qué tanto sabés de esta divertida y romántica producción? Te diremos varios secretos.
Idea repentina
El escritor Richard Curtis tuvo la idea central de la película, mientras estaba acostado en su cama una noche. “Me pregunté cómo sería, si de pronto apareciera en la casa de unos amigos, la artista más famosa del momento. Todo partió desde allí. Una persona normal saliendo con una celebridad, y de cómo afectaría eso sus vidas”, recordó Curtis.
Buscando inspiración
Richard reconoció haber escuchado una y otra vez la versión Downtown Train interpretada por Everything But The Girl, para comenzar a escribir el guión. “Había algo que sentía en el fondo. Ese tono y el humor de la canción. Quería tener un poco de eso en la película”.
¿Anna Scott=Julia Roberts?, No
El personaje femenino principal de Nothing Hill era, según Richard, un híbrido entre Grace Kelly y Audrey Hepburn. Al menos Curtis, Grant y el director del film Roger Michell, coincidieron en que Julia tenía lo necesario para interpretarlo.
La americana no estuvo impresionada
“Cuando me senté para leer el guión, no tenía grandes expectativas. Me habían dado una breve sinopsis y me pareció desagradable. Pero lo leí. Parecía misteriosa y estaba ese tipo (Will) con todos esos problemas. Creí que era genial, me gustó”, confesó Roberts.
Amor por Nothing Hill
Para obtener la mayor cooperación posible de residentes y propietarios de negocios en Nothing Hill, Curtis y su equipo escribieron cartas prometiendo pagos de buena voluntad a más de 200 organizaciones benéficas diferentes.
La icónica puerta azul
El exterior de la casa de Will fue propiedad de Curtis. Después que salió la película, los nuevos dueños de la casa, molestos por los fanáticos que visitaban el lugar, pintaron la puerta de negro. Luego de venderla, la puerta fue pintada otra vez de azul.
Una boca muy grande
Grant reveló que Roberts tenía una boca tan grande, que emitía un débil eco cuando la estaba besando. Roberts perdonó el mal comentario, y dijo estar dispuesta a trabaja de nuevo con él, si se daba la oportunidad.
Destruyeron la pintura de Marc Chagall
Sí, era una copia del artista, pero tuvieron que destruirla para que no fuese vendida luego del film. En 1999, la pintura real valía entre 500,000 y un millón de dólares. Curtis la eligió porque es fan del trabajo de Chagall y pensó que la imagen representaba algo muy profundo.