Muhammad Asim, un hombre de 40 años con obesidad mórbida y residente en Rawalpindi (Pakistán), se ve obligado a estar tumbado en el suelo todo el día porque su enorme peso le impide moverse.
El hombre, que es padre de tres hijos, pesa 44 piedras (unos 280 kilos) y está desesperado por someterse a una intervención quirúrgica que le salve la vida para poder volver a caminar.
Muhammad no ha salido de su casa en años y ahora está desesperado por conseguir ayuda financiera para su operación de pérdida de peso.
"Mi vida normal se ha acabado por culpa de mi peso. No puedo caminar ni sentarme. Tengo que apoyarme para estar de pie. Me cuesta respirar", cuenta el hombre a Caters.