Desde que la blonda Holly Madison, ex novia del magnate de Playboy Hugh Hefner escribió su bestseller titulado Down the Rabbit Hole, se dispuso a revelar varios aspectos de su vida dentro de la icónica mansión.
Hasta donde los lectores pudieron conocer, fue claro concluir en que la realidad de las conejitas no es del todo agradable. Para la página , Madison compartió detalles de lo que implicó ser una de las queridas de Hef por años.
“Sí siento que soy una feminista renacida, pero muchos me atacarán diciendo: ‘¿Cómo puedes pensar eso, cuando viviste con Hugh Hefner?’. Pero, sí. Llega un momento de toda mujer cuando debe convertirse en feminista. Querrás hacerte la tonta por un tiempo, pero eso no durará y tampoco será satisfactorio”, declaró Holly sobre la posición que asumió meses antes de abandonar la mansión.
Recordó que previo a sumergirse en el complicado mundo Playboy, sus amigos no sentían que era lo correcto para ella. “Muchos me dijeron: ‘Oh no, qué asqueroso, ¿te acostarás ahora con un viejo?’ cuando supieron que iría a la mansión. Ahí el sexo era obligatorio, como un requisito. Sucedía siempre los miércoles y viernes después de ir al club. Era rutinario y al estilo de Hef”.
Si bien sintió que entre ella y el multimillonario había una conexión real, no le agradó sentirse “usada” cuando Hugh y otros amigos tenían relaciones íntimas grupales en ciertos eventos en casa. “No me gustaba ser parte de ese grupo, no me hacía sentir bien conmigo misma. Pero no quería sobreestimar el sexo, porque para mí ese no era lo más importante. Fue solo una de las cosas que me hizo sentir mal y triste”, expuso la rubia.
En aquella época Holly cayó en una fuerte depresión, que muchos confundieron con distanciamiento y frialdad. “Sé que por ser la novia número uno de Hef otras me miraban como diciendo ‘Es una p*rra’, pero no sabían lo que pasaba por mi mente, lo que de verdad sentía al vivir allá, sentirme aislada y sin independencia”.
Para Madison, varias de sus grandes confidentes fueron la ahora fallecida Mary O’Connor, secretaria de Hef por años, y Bridget Marquardt, otra de las novias de Hef, pese a que sólo les decía aquello que no fuese tan difícil de tolerar, de acuerdo a su opinión.
“Hugh leyó mi libro y no hizo gran comentario. Lo tomé como pasó. Él siempre está rodeado de personas que dicen sí a lo que sea, y es un poco extraño. Al ser una figura conocida, que todos tildan como el más amable y genial, es difícil hablar de él en cierta forma que no querés que te juzguen de loca”, finalizó.