La actriz de 44 años Elizabeth Banks (nacida en febrero de 1974 en Pittsfield, Massachusetts), flota desde el 2012 sobre una alfombra de éxitos. La perseverancia, discreción, el trabajo infatigable y la abnegación a su familia la han caracterizado siempre. La misma está integrada por su esposo Max Handelman y sus hijos Félix y Magnum, que la mantienen ocupada y muy feliz.
Cuando tenía 28 años de edad, Elizabeth Banks comenzó su carrera interpretando a Vicki en el filme independiente Surrender Dorothy (1998).
Banks le dio vida a la inefable Effie Trinke, en las tres adaptaciones cinematográficas de la trilogía Los Juegos del Hambre. Un papel que desempeñó desde el primer film en 2012, hasta la última entrega Sinsajo (2015). Este personaje la catapultó a la palestra pública a pesar de que ha dirigido varias películas, así como también ha protagonizado otras.
Desde hace 15 años comparte su vida con su novio desde la universidad, Max Handelman. Ambos se conocieron el primer día de clases, y esta polifacética actriz, productora y directora confesó que desde ese momento jamás pensaron en que volverían a vivir el uno sin el otro. De hecho, esta inseparable pareja contrajo nupcias en julio del 2003.
La actriz ha comentado en repetidas oportunidades que lo suyo es una historia de amor. Fue este amor que se profesan ella y su esposo Max, lo que blindó su matrimonio cuando intentaban traer a un hijo al mundo sin resultado. Por lo que se sometió a múltiples tratamientos de fertilidad.
Este deseo se volvió realidad cuando en marzo de 2011, llegó su primer hijo Félix (7) por un vientre de alquiler. Un año después, en el 2012 le siguió Magnum Mitchell (6).
Antes de que esta pareja pudiese alcanzar uno de sus más caros sueños, la actriz confesó públicamente que “el único obstáculo de verdad que he tenido que afrontar en la vida es el hecho de no poder tener hijos”.
Elizabeth Banks tiene varias caras: es la familiar madre de familia entregada a sus hijos y esposo. Y también es la sensual pareja de Max Handelman de quien dijo que lo primero que pensó al conocerlo fue en “quiero acostarme con él”.