La actriz estadounidense Hilary Swank cumplió todos los requisitos exigidos por la producción de la película Boys Don't Cry para la interpretación del personaje de un joven transgénero.
Swank, quien nació en la ciudad de Lincoln en el estado de Nebraska en los Estados Unidos, el 30 de junio de 1974, se rapó el cabello y por un largo mes vivió como un varón, para acostumbrarse al papel que representaría. Ella se hacía pasar por su propio hermano.
Esta era una de las exigencias que le hizo la directora de la producción, Kimberly Pierce, para hacer el papel de Brandon Teena. La interpretación de Swank fue calificada por los críticos de la farándula como brillante y acogedora.
Luego de la interpretación de Brandon, Swank aseguró a The Hollywood Reporter: "Durante un tiempo sufrí crisis de identidad, ya que cuando llegaba a casa y me veía en el espejo, a pesar de vestir con faldas y maquillarse, me sentía como un hermafrodita".
Se trata de la historia de un joven transgénero estadounidense que fue golpeado, abusado sexualmente y asesinado brutalmente en el mes de diciembre del año 1993 por motivo de transfobia.
Este suceso fue uno de los crímenes de odio que más conmocionaron a la opinión pública de los Estados Unidos durante la década de los 90.
La vida de este joven fue la base del rodaje de Boys Don't Cry en 1999 y el personaje, interpretado por Swank, recibió un premio Oscar.
Después de esta interpretación, a Swank le llovieron numerosas ofertas para grabar una serie de películas que le hicieron merecedora de un reconocimiento por los éxitos logrados.
Cabe destacar que as hazañas actorales de Swank fueron detectadas por un productor amigo de la familia, cuando ella era apenas una niña. Desde su infancia actuó en varias obras teatrales en su ciudad natal y la escuela.
Luego, este mismo productor asumió la carrera infantil de quien se ha convertido en una de las actrices más reconocidas en el mundo artístico.