Por varios años se dieron incontables momentos cuando surgió la capacidad de Heather Locklear para rescatar shows o programas norteamericanos, que ostentaban bajo rating o poco interés público.
Por ejemplo, revivió Dinastía, elevó el estatus de Melrose Place, y hasta se presentó en Spin City para aligerar la carga de trabajo del legendario Michael J. Fox, a mitad de la serie. Ella tiene un toque de Midas, que desgraciadamente no funciona en toda ocasión.
Echá un vistazo a los que fueron grandes fracasos televisivos, que ni la misma Locklear consiguió evitar:
LAX: Heather y Blair Underwood podrían ser dos de las personas más atractivas con vida, pero nadie estaba animado a ver un drama sobre aeropuertos, y mucho menos si estaba terriblemente escrito.
Going Places: el show sufrió una importante revisión de la trama a mitad de su única temporada, en un intento de ganar espectadores. Fue un esfuerzo inútil. No sobrevivió más allá de 22 episodios.
Spin City: ella realmente salvó el programa por un minuto, cuando se unió en la Temporada 4. El problema se vino después de que Michael J. Fox y Charlie Sheen salieran de la historia. A la audiencia ya no le interesó seguir los episodios, ni siquiera con Heather a cargo.
Boston Legal: este reunió a Locklear con William Shatner otra vez. Los fanáticos de TJ Hooker se hubiesen sentido complacidos, si los capítulos donde apareció la blonda hubiesen sido más llamativos.
Rules of Engagement: la baja audiencia de ese show hizo que rápidamente desapareciera de la pantalla chica. Locklear trató de animar a los espectadores, incorporándose al programa de quien curiosamente fue uno de sus breves amantes: David Spade. Pero, nada le dio al programa un segundo aire.
Women of a Certain Age: fue piloto de la ABC que no llegó a ningún lado. Heather trabajó con Peri Gilpin. La cadena no quiso darle oportunidades al seriado. Fue su respuesta definitiva y se cumplió de inmediato.