A Gal Gadot siempre le gustaron las actividades deportivas y estar en buen estado físico. Pero cuando decidió tomar el papel de Wonder Woman tuvo que hacerlo con mucha más disciplina.
En su vida ha hecho prácticamente de todo: bailó hip-hop, jugó baloncesto y sirvió dos años en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) como instructora de combate. Sí, ya era una mujer deportista así que debió disfrutar con este proceso.
La preparación física para este personaje fue muy exigente, así como el régimen de alimentación. Y ella misma confesó que fue más duro que el entrenamiento que hizo en el servicio militar.
La actriz tenía que subir un poco de peso y fortalecer su cuerpo. Para ello, tuvo que hacer 6 horas de entrenamiento diario combinando ejercicios de fuerza en el gimnasio, lucha en coreografía o diversas artes marciales, antes de comenzar a filmar. Todas y cada una de las horas que dedicó al papel dieron su resultado porque se ve tan tonificada y fuerte en la película que parece que dedica su vida por completo al fitness.
Una de las actividades que más le costó fue la equitación. Tenía que completar una o dos horas diarias para aprender a dominar los caballos.
Además, a menudo practicaba escalada con su entrenador personal, Mark Twight, para fortalecer la parte superior del cuerpo. Esta disciplina exige una gran movilidad de las articulaciones, sobre todo a la hora de mantener posturas no del todo naturales que faciliten el ascenso. También la flexibilidad y el equilibrio son claves a la hora de practicar escalada.
A pesar de que no tuvo restricciones dietéticas,Gal Gadot y su dietista Hayley Bradley decidieron que las proteínas y los vegetales frescos eran los componentes más importantes de su alimentación para fortalecerse y mantenerse esbelta. También comía carbohidratos procedentes de cereales integrales y mucha fruta.