Casi un año después de anunciar su separación, la actriz Anna Faris admitió que ella y el rubio Chris Pratt todavía sienten un gran amor mutuo, pero no necesariamente como antes, de acuerdo a la reseña publicada por.
“Lo que Chris y yo intentamos hacer es comunicarnos abiertamente. Reiteramos que no hay reglas para esto. Aun sentimos mucho amor entre nosotros, y nuestro objetivo es proteger a Jack”, añadió la protagonista de la serie Mom refiriéndose a su hijo de 5 años.
Indicó que aprecian a su familia, parientes, amigos cercanos y claro a su hijo, por lo cual hacen que el intento por ser maduros y superar el incidente.
“El amor es complicado, pero como humanos no estamos exentos de vivirlo. A veces, al final del día una se siente expuesta y es crudo. Sientes ganas de compartir con alguien, de estar con quien puedas confesar tus secretos, tus miedos, tus alegrías... es difícil”, relató Faris.
Una confesión bastante alejada de su vida amorosa, fue el haberse hecho una cirugía plástica para mejorar su pecho, debido a que por naturaleza siempre fue pequeña. “Cuando entraba en mis 30 años, me estaba divorciando (del actor Ben Indra). Acababa de terminar la película House Bunny y habían planes para otras cosas. Estaba sucediendo mucho y decidí hacerme la operación”, señaló al magazine.
Considerándose una feminista “acérrima” -según reveló a la prensa-, pensó haber actuado en contra de sus principios, al modificar un defecto por una mejor apariencia pública. “Nunca pensé que haría algo así. Sólo quería llenar un bikini. Sigo sorprendida de mí misma por haber pasado por eso”, opinó.
También habló de sus problemas para mantener una figura 10 que Hollywood adora, y que desechó justo cuando supo estar embarazada. “Disfruté comiendo todo y no me importaba engordar. Nada iba a detenerme. Mi médico dijo: ‘sí, estás ganando peso rápido’ y yo feliz. Por primera vez en mucho tiempo no me preocupaba si la gente me veía con libras de más. Se sintió bien”, finalizó la blonda.