Casey Roberts, de 26 años y natural de Maryland (Estados Unidos), no se fiaba de dejar solos a sus perros, Lexi y Dexter, mientras ella se iba a trabajar. Por tanto, decidió colocar unas cámaras para mantener vigilados a sus bóxer.
La joven se quedó sin palabras cuando descubrió la travesura que habían cometido sus mascotas. Tal y como se ve en el vídeo, a los perros pareció no gustarles la decoración navideña que Roberts había colocado.
Tanto fue así, que, sin ningún reparo, los caninos arrancaron con la boca el árbol de Navidad que Casey había colocado en casa. La joven afirma que se quedó de piedra cuando regresó a su casa y vio el destrozo que habían hecho sus peludos.
Fuente EP.