Jamie Read, propietario de un gimnasio en Hartlepool (Reino Unido), dejó a sus dos perros sin vigilancia durante una hora, tiempo suficiente para que provocaran el caos y la destrucción en su casa.
El británico, dejó a Brody, un labrador, y a Remmy, un spaniel, solos en casa durante menos de una hora. "Cuando llegue no me podía creer la cantidad de travesuras que consiguieron hacer", confesó Read.
Los perros se comieron su cartera, su tarjeta bancaria, un libro, cartas importantes y una cámara de seguridad.