Ricky Merrett, un hombre de 33 años de Harrogate (Reino Unido) sospechaba que su perro holgazaneaba por la casa el tiempo que él estaba fuera trabajando. Es por ello que, para comprobarlo, se le ocurrió esta increíble idea: ponerle su reloj inteligente para que midiese los pasos que el perro daba a lo largo del día.
Pablo, su bulldog de 4 años, observaba atónito como su dueño le ponía el reloj y registraba que todo estuviese en orden antes de iniciar su rutina. Unas horas después al volver, observó la escena que confirmaba su teoría.
Al llegar a casa, Ricky se encontró al bulldog tirado sobre su cama completamente dormido. No solo eso, sino que el reloj registró solo 108 pasos en más de cinco horas. Unos datos que demostraron cierta la teoría de que Pablo le gusta relajarse cuando no hay nadie en casa: "Sé que le gusta holgazanear y dormir, así que se demostró mi teoría".