Josh Boyd, de 31 años, conducía por su ciudad natal, Hatcher Pass (Alaska), cuando se dio cuenta de que la perdiz le seguía de cerca detrás de su coche.
Cuando Josh paró su coche para verlo más de cerca, la perdiz mostró su enfado con el fotógrafo y se puso en modo de ataque. Josh cree que estaba protegiendo a sus crías o que era un comportamiento absurdo en la época de celo.