Cada año cuando llega agosto, el lago Burlinskoye, situado en la región rusa de Alta Krai, cerca de la frontera con Kazajstán, se tiñe de rosa.
Este fenómeno natural que, según los expertos, se produce por los microorganismos que se esconden en la superficie del agua salada, es un espectáculo anual que atrae a un gran número de turistas a la región montañosa.
Vadim Makhorov
El vídeo se difundió en Internet con decenas de miles de visitas.
Fuente: DPA.