Elisabeth Moss siempre intenta ir por el carril. Por lo menos así lo confiesa, al revelar que en su día a día trata de hacer lo correcto, lo que considera que está bien sin dañar a los demás.
Moss se define además como una mujer positiva, que cree en la bondad de las personas y no es para nada calculadora, lo que en su opinión la asemeja al personaje que interpretó como Peggy Olson en la multipremiada serie de televisión estadounidense, Mad Men.
“Ella (Peggy Olson) hace su trabajo y sobrevive. Ese aspecto nos acerca mucho, nos identifica", indicó la actriz nacida en Los Ángeles, California, quien dos veces tuvo que hacer la prueba para interpretar ese personaje que trata sobre la vida de la secretaria de Don Draper, quien fue ascendida a creativa por méritos propios y, tras una aventura pasajera con su compañero Pete Campbell tiene un hijo a quien entrega discretamente en adopción.
“Para hacer ese papel tuve que engordar 20 kilos y llevar una prótesis para parecer más grande de lo que era en ese momento”, confesó la actriz, quien para ese entonces tenía 23 años.
Moss también se considera adicta a la libertad. "Es divertido salir por las noches y no saber lo que va a pasar", estima la actriz, quien el 25 de octubre de 2009 se casó con Fred Armisen, estrella del programa Saturday Night Live, de quien se separó en junio de 2010 por diferencias irreconciliables.
Hoy, a sus 35 años, la ganadora de un Emmy a mejor actriz principal en una serie dramática en 2017 por su rol protagónico en la serie The Handmaid´s Tale, asegura que su afán por llegar lejos sigue latente.
"Soy una echada para delante. Si me pones las cosas fáciles y una vida feliz por delante me moriría de aburrimiento", dijo Moss al confesarse una mujer de retos, defensora de la igualdad de género en el trabajo, la libertad religiosa y la tolerancia.
“Solo necesito mis ocho horas de sueño, y mi trabajo”, destacó la actriz al resumir lo que la hace feliz.